Esto viene en la prensa, de verdad, pueden hacer clic y leerlo.
No le ha afectado al cerebro. Dicen. Una suerte, el rayo ha caído en el único hombre en dos km. a la redonda que no tiene el cerebro en el escroto. Impreesionante.
Luego dirán que cuando hablamos de curas pederastas nos inventamos las cosas. Es posible, esas cosas sólo pasan en el extranjero por culpa de…
Y bueno. Hoy según salíamos de tomar el café reglamentario escuchamos este trozo de conversación
– Y no quiere que le llame negro, pues cómo quiere que le llame ¿rosa?
El otro día andaba con ganas de ver a los buitres de Monfragüe, que los de la Moncloa y el club Bilderberg me quedan un tantito inaccesibles. Y acerté a pasar por algunos pueblos de la geografía cacereña. En Jarandilla de la Vera, si la memoria no me falla, encontré este simpático, grosero y atractivo cartel que comparto con ustedes. Para que no se diga que sólo los vinagres de la política animan mis búsquedas. La interpretación del nombre «Puta parió» se puede deber a varias causas según mi modo de ver: lo que el propietario piensa de los clientes, lo que éstos piensan de aquel, o, simplemente que hartos de buscar nombre alguien dijo aquello de «puta parió» y así quedó nominado el lugar. Esto, en tiempos de Franco, no pasaba y puede que dentro de algún rato, en tiempos de Donma, tampoco pase.
Hace ya un mes que se convocó una huelga general para intentar parar una reforma laboral. Muchos sospechábamos que aquello no era más que una pantomima de los sindicatos para salvar el culo y que no pareciese que todo esto tiene un guión, está pactado desde hace tiempo. Pues no sólo el gobierno no se ha sentado a negociar, sino que además ha seguido en su política de entreguismo y de intento de calmar a los mercados. Una de las imágenes que ilustran este comentario está tomada en el momento de cantar la internacional en el balcón de la plaza mayor de Salamanca que la alcaldía ha cedido amablemente, cómo no, a sus amiguetes y colaboradores de CCOO y UGT. La otra foto es la del sindicato que siempre va a la cola de las manisfestaciones con el recurso del pataleo pero, en el fondo, haciéndoles el juego a los otros dos, la CNT. ¿Cuándo se darán cuenta estos muchachos de que yendo a la zaga de los otros forman parte del juego? Lo gracioso del tema es que los cinco o seis agentes de policía (de uniforme) estabán allí controlándolos, como si no estuviesen bastante controlados ya los pobres…