Archivo por meses: julio 2013

El recurso del pataleo

Es lo que se deduce del artículo que hoy les propongo, que a los pobre sólo les queda el recurso del pataleo. Y que conste que casi todos estamos en el filo de la frontera entre ricos y pobres, territorio este último que cada día es más amplio. Este problema, el de la tremenda asimetría del reparto de la riqueza es algo que muchos no quieren ver, pero está ahí, y la crisis sólo hace que se agrande el muro para saltar de uno a otro lugar.

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País de romerales

Esto del «país de romerales» que le gusta mucho decir al Malvado Margarito (Malvargarito en lo sucesivo) era una concepción del Forges (Antonio Fraguas en el Mundo Real). Imágenes como la que ilustra este comentario son las que definen ese incorregible «país de romerales».

Para los amantes de la precisión la imagen está captada en Béjar (Salamanca) y perdonen por la mala calidad de la misma.

¿Se cumplirá la profecía?

El café que me acabo de tomar debe ser alucinógeno. Fíjense que me ha pasado por la cabeza la idea de que igual se cumple la profecía del Malvado Margarito de que este presidente de gobierno será conocido como «Mariano el breve». Y encima, vista la semana que lleva, igual cae el 18 de julio. 😉

Cañas gratis si acontece. Se lo juro por Santa Altavista mártir.

Por si acaso, voy a preparar el comunicado oficial.

Entre imbéciles anda el juego

Lean este artículo en tres minutos, basado en las declaraciones que un tipo hizo a El País y otros medios (ver el artículo). Resumo, después de leerlo:

Un mundo de imbéciles votando a imbéciles, imbéciles votados eligiendo líderes imbéciles, líderes imbéciles explicando sus ignorancias en discursos plagados de anacolutos e imbecilidades. Eso sí, los que controlan a toda esta caterva de imbéciles no tienen ni un pelo de tontos. Ni un solo escrúpulo tampoco.

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Época de ahorro

Iba hace unos meses de lo que un amigo (hoy volatilizado en el auto-olvido) llamaba «patrulla marciana», a saber, meterse por caminos desconocidos sin más elemento de orientación que la curiosidad y sin más prisa que la que el gusanillo pudiese marcar. Llegué por una carreterucas a un villorio y, saliendo de él, encontré lo que pensé que se trataba de una broma, un cartel que obligaba a ir a 3. Luego otro, que obligaba a ir a 0 cosa que claramente no respeté.

Tras un ratillo, encontré otro, que me lanzó mis malos pensamientos y/o mi ingenuidad por tierra. Claro.

Añadiré, en aras de la curiosidad ajena, que fue en la provincia de Salamanca. Y si alguien quiere más detalles, que los pida.