Hice esta foto en una tienda de Conil de la frontera (Cádiz), creo recordar. Vista la educación de las gentes que turistean por la costa española (locales y visitantes, no vayan a creer que el pecado es sólo nacional) se vio la propiedad obligada a colocar semejante cartelito. Eso sí, lo mejor es la disculpa implícita en forma de explicación: «para no manchar las prendas».
