Archivo por meses: marzo 2025

El Estupidiario

En esta santa casa, El Estupidiario, siempre nos han pasado muchas cosas con los duendes informáticos, muchas.

Y hoy, no deja de ser un tanto irónico que tras un montón de años durmiendo el sueño de los justos, este Frankenstein resucitado haya estado a punto de cascar hace unos días por semejante estúpido motivo:

Como estupidec.es era un dominio desatendido/abandonado, tenía mal configurada la rotación de ficheros log en el servidor y, por ello, los log de php del dominio se habían ido por las nubes, ocupando totalmente la cuota de disco asignada.

En consecuencia, y hasta dar con ello, El Estupidiario se quedó congelado cual finado en el depósito. Menos mal que solo fueron unas horas.

Sí, muy irónico. Espero que no nos esté «hablando el Universo».

Rotonda patrocinada

El sueño húmedo del post-capitalismo, todo rentable, todo publicitado, todo dinerito y más dinerito, llegó ya hace tiempo a Irlanda. Sí, ese país donde las empresas apenas pagan impuestos y los ciudadanos se costean su sanidad. Ese país que tiene muchas cosas positivas y alguna que otra, cómo no, bastante cuestionable.

Ejemplo: el patrocinio de rotondas que da título a esta entrada -sí, como lo oyen- el patrocinio de obras públicas con anuncios que distraerán a los conductores y hará -ya de paso- que aumenten los incidentes de tráfico que darán trabajo a los talleres. Vivir (y viajar) para ver.

El pan nuestro de cada día

Hace unos años ya, en el infame 2020, cuando la pandemia, había gentes que no se querían vacunar porque pensaban que nos inyectaban un chip de control. Los consipiranoicos de 2ª eran los que pensaban estas cosas y otras de las que mejor no hablar este día. El caso es que hubo quien les dijo: «¿Para qué te van a poner un chip gratis y sin tu permiso cuando todos tenemos un móvil nuevecito que pagamos nosotros y por si fuera poco también pagamos la conexión? La comodidad es la comodidad, dicen los usuarios de estos chismes tan listos, eso que han dado en llamar con el anglicismo «smart phones», useasé «teléfonos inteligentes». Esa y otras son las razones para estar siempre on-line (conectados) y tener -y pagar- todo tipo de chismes que entreguen nuestros datos váyase a saber a qué endiablada empresa.

Tras este gargajo de veneno que he lanzado -y por el que pido perdón- les coloco aquí a nuestro asiduo público (y pública y públique y demás) esta foto tomada en Alemania, concretamente en Frankfurt AM que reza «SMART PHONES DUMB PEOPLE» cuya traducción a nuestra denostada lengua sería «TELÉFONOS LISTOS GENTE IMBÉCIL» y que el refranero clásico podía acoger bajo aquél de «Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces».

Hala, me voy al sobre antes de que me den ganas de seguir escupiendo veneno.

La Ilustración oscura

Pobres de nosotros, estúpidos ciudadanos.

Qué bien ha envejecido esta publicación que hicimos en julio de 2016. Tan bien ha envejecido que se podría decir que fuera escrita ayer mismo: los capos del mundo repartiéndose el botín.

Leo un artículo que me deja con cara de queso y del que entresaco y comento algunos párrafos.
Es, ciertamente, para acojonarse:

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Maldita hemeroteca

Si hay algo que no nos gusta es que nos recuerden nuestras salidas de tono, esas bobadas que todo bocazas que se precie -me incluyo- suelta de vez en cuando. Y es que, con el tiempo, resulta evidente aquello de que «el hombre -y la mujer- nace pirómano y muere bombero». Hablando en plata, que es mejor pensar lo que se dice no sea que luego nos arrepintamos. En palabras de la señora esposa de El malvado Margarito: «la boca es lo más castigao».

Vean ustedes qué cosas decía Guillermo Puertas (Bill Gates) en 1986, en el libro «PROGRAMADORES EN ACCIÓN» de Susan Lammers publicado en España por Anaya Mulimedia.

Hoy los programas engordan demasiado; los adornos y perfeccionamientos tienden a hacer más lento el programa, porque la gente introduce comprobaciones especiales. Cuando quieren añadir alguna característica nueva, se atascan en estas comprobaciones sin pensar hasta qué punto pueden hacer más lento el programa.

Pag. 88

Esto fue antes de ese gran drama Guarrindous, perdón Windows, en sus sabores 3, 95, 98 y un largo etcétera. Sálvose (+ o -) el 2000 y el XP. Pero sigamos, sigamos. Añade el entonces jovencito altruista y desinteresado:

No hay ningún programador que se quede sentado diciéndose : «Voy a hacer un montón de dinero», ni «voy a vender cien mil ejemplares». […] Un gran programador está pensando […] ¿Debería hacer este programa un diez por ciento más rápido? […] Por eso es por lo que hay que tener un juicio tan fino, y estar dispuesto a volver atrás y cambiar cosas.

Pag. 90

Es verdad, no estaba pensando en vender 100.000 ejemplares, sino en los 800.000.000 (o sea 800 millones) de usuarios que Windows 10 tiene en la actualidad, según este artículo.

Los peores programas son aquellos donde los programadores que realizaron el trabajo original no establecieron una base sólida, y luego no intervienen en el programa en el futuro. El trabajo en esos programas llega al punto que yo llamo «programación experimental». Los programadores entienden tan poco esos programas, que no pueden comprender en qué forma afectarán los cambios a la velocidad, por ejemplo. Podrían generar código ya existente, o podrían no comprender qué dependencias se van a interrumpir si cambian algo. De modo que agregan código nuevo y luego lo ejecutan, y se dicen: «Vaya, mira, no funciona de esa manera». Esta es una forma muy ineficiente de trabajar en un programa, pero son muchos los proyectos que terminan exactamente así.

Pag. 84

Uno de esos proyectos, el propio Guarrindous, perdón, Microsoft Windows. Parce que cuando se trabaja de este modo, y créanme, se sigue trabajando así, pasan cosas como que tras sacar al mercado un producto inmaduro, con pocas revisiones, apretados por la presión de los plazos, resulta que tiene más agujeros que un colador. No pasa nada, hacemos unas actualizaciones de seguridad siguiendo los mismos patrones y, tachaaaaaan, las actualizaciones fallan aún más que la chapuza original. Tal y como el fundador y presidente de Microsoft pronosticaba en el 86.

Luego llega la realidad, pasa el tiempo y resulta que quedas como un bocazas porque no es capaz de hacer que su empresa funcione como él piensa (o dice que piensa). La realidad, amiguetes, es muy tozuda y nos hace estas putadas. Las hemerotecas -las diosas las bendigan- sirven para rebozarnos en los hocicos la dosis de estulticia y prepotencia que todos albergamos en nuestras mentes.

Espero que algún día nadie me tenga que someter a estas vergüenzas.

Aprovechamiento

La reutilización o incluso, como en este caso, la multiutlización es parte de la vida ciudadana de muchos lugares. Hay que aguzar el ingenio para solucionar problemas o necesidades. He aquí un ejemplo fotografiado en Miranda do Douro (Portugal), en el que los productos de una tiendecita local son colgados del cable de cobre del teléfono. Si el viento no los mueve todo irá bien, porque la pared de granito no creo que ayude mucho en ese caso al material colgado de las perchas.

PRL, nueva serie

Imagen tomada en Florencia en el 2016, a la puerta de una tiendita muy mona de una franquicia de cuyo nombre no puedo acordarme.

  • ¿Será que el becario abnegado está trabajándose la prórroga en la firma?
  • ¿Será que el veterano se aprovecha del novato?
  • ¿Será que el elemento superior goza -vista la sonrisa- de la humillación ajena?
  • ¿Será que nadie les ha explicado los riesgos?
  • ¿Será que no había ningún otro modo pero ninguno ninguno ninguno?

Cualquiera de las preguntas se pueden hacer los sufridos lectores de estas páginas viendo cómo un chaval carga a cascabelera (dicen en mi pueblo) a otro. Afortunadamente el «ascendido» parece tener un peso razonable.

Iniciamos (o seguimos, quién sabe) la serie de PRL (Prevención de Riesgos Laborales) que con certeza nos va a dar buenos ratos.

Estilo ante todo

Fotografía tomada en Florencia hace ya un tiempito. Vean como la señorita policía cuida no solo de la seguridad ciudadana sino también de la estética propia. La longitud de las uñas no parece que pueda afectar al funcionamiento de la pistola, pero quizá, solo quizá, no sirva de mucho a la hora de empuñar la porra. O sí, a saber.

La policía italiana enseña las uñas