Esto es inherente al ser humano, no hay quien se libre. Este bello bucle de brida está fotografiado en Irlanda. En los últimos tiempos ha tocado este país, es que tenía muchas cositas guardadas de allá, no es que les tenga manía, qué va,

Esto es inherente al ser humano, no hay quien se libre. Este bello bucle de brida está fotografiado en Irlanda. En los últimos tiempos ha tocado este país, es que tenía muchas cositas guardadas de allá, no es que les tenga manía, qué va,
Tras el susto del Ohmio y el Amperio yéndose a dar un Voltio, volvemos a nuestra programación habitual. No sin antes comentar que, y por si había dudas, nuestra sociedad/civilización vive permanentemente al filo de la navaja y que cualquier «achís» nos deja a todos con el culo al aire.
Bien, a lo que íbamos hoy: la modernización y puesta al día de Vaticano S.A. en versión cepillo parroquial.
Eso sí, no olviden ustedes indicar que «DEBE PONERSE COMO ONG» no sea que luego vengan esos de la Agencia Tributaria y quieran su parte.
Claro que esta modernez no es comparable a la que hay, al menos, en la catedral de Segovia, donde ustedes podrán hacer sus donaciones a esta «ONG» con tarjeta de crédito en el datáfono habilitado para tal efecto.
Lecturas adicionales:
Lo acontecido hoy no es más que la muestra de que vivimos un sueño apoyado en un castillo de naipes. Eventos como este, con origen natural, ocurrirán en el futuro como ya ocurrieron en el pasado (véase el «evento Carrington» de 1859 en este enlace). También pueden ocurrir con origen humano, claro, por fallos en el diseño, como el que aconteció en los EEUU-Canadá en 2003 (véase este enlace). Luego puede ser que se deba -no hay que descartarlo- a una acción humana (recuérdese lo que ocurrió con los buscas explosivos no hace mucho, por poner un ejemplo).
También puede deberse al nivel de chapuza que domina mucha de la obra de este planeta. Ilustra esta reflexión un foto tomada en Irlanda hace siete u ocho años. Por desgracia «ñapas» de estas se ven bastante a menudo si uno -como el escribe- tiene la deformación profesional de ir mirando cables.
Vean el cartel de un pub de Dublín que anuncia:
Próximos eventos:
No se puede ser más explícito. Ni más simple.
Magnífica muestra de excelencia en el trabajo, foto tomada en un hotel de Dublín. Para que quede claro que la chapuza no es patrimonio nacional de este-santo-país, sino que -por desgracia- campa a sus anchas a lo largo y ancho de este mundo, incluida la civilizada europa.
Bello ejemplo que cumple la máxima del refrán. No literalmente, claro, se trata de un alicatador, pero bien clarito queda.
Amplio la zona de interés para que nadie se deje los oijtos en la lectura. La foto, por cierto, la hice en Valencia de Don Juan (León).
No me refiero al rey ni al emérito, no. Allá estas gentes con sus «trabajos» que pagamos religiosamente el resto de mortales no tocados por la gracia de los cielos. A ver, Acechor, céntrate que te vas por la tangente y aquí estamos para otros menesteres.
Vean qué bello cartel capté hace unos años en Pontevedra. Luego se quejarán de que los abnegados usuarios de las carreteras gallegas no se aclaren, pero ¿cómo nos vamos a aclarar con semejante jerigonza? Falta excelencia en el trabajo. Si esto era hace años no quiero ni pensar que cómo será ahora.
Sí, han leído bien. Es la idea loca de una «startup» (Sperm Racing) perteneciente a un adolescente pajillero y millonario norteamericano.
Pasen y lean… que por mi parte no habrá más comentarios.
… no tiene remedio. Se muere el jefe de la iglesia católica, cuya sede está en Italia, el hombrito era argentino, y se supone que este país nuestro es laico, pero declara tres días de luto nacional. Ya no nos vale con dar las condolencias y -en su caso- asistir a la inhumación del finado con los gastos y tiempos que conlleva. No. Tenemos que declarar luto nacional como si se tratase de una gran desgracia por accidente o otra catástrofe. Por ejemplo, y por hacer un poco de uso de la hemeroteca: se declararon 10 días de luto nacional por la muerte de todas las casi 75000 personas que fallecieron por el Covid (ver esta noticia):
El Instituto Nacional de Estadística ha publicado un informe con las defunciones en España en 2020, un año marcado por la pandemia en el que fallecieron 493.776 personas, 75.073 más que en 2019, con los mayores incrementos en abril (81,9%) y marzo (59,3%), justo al
inicio de la crisis sanitaria, y también en noviembre (un 21%).
Matemáticamente: 1 día de luto por cada 75000 personas, o sea, que un jefe de iglesia (al menos de esta) vale como 225000 personas (75000×3). No está mal. Quizá el cálculo se haya hecho teniendo en cuenta el gasto que ocasiona al erario público. Quizá no.