La escultura del fallecido papa polaco, sí ese que grababa discos, está frente a la estación de tren Roma-Termini. Para mí, llámenme mal pensado si lo desean, es la demostración en un solo objeto de lo que es la religión, las religiones debería decir si las conociese todas: mucho boato, mucha cáscara, mucha apariencia, pero vacío en el interior.
Les juro por Armani que mañana publico otra cosa más digestible y más divertida.
