Yo soy español, español, español…

Hay ratos que a uno le dan ganas de comprarse una islilla desierta y alejada de la civilización y allí atrincherarse hasta que pasen las parcas de visita. Ejemplo es la portavoz de la oposición al gobierno (o desgobierno bastantes ratos) que dice que «La ONU no puede definir qué es un genocidio y qué no«. Claro, lo definen ellos, los nietos de los golpistas que llenaron durante décadas las cunetas de cadáveres. Tampoco es genocidio. Claro, cómo va a serlo si nosotros somos los buenos. Eso mismito pensaban los nazis. Lo mismito.

Juro por las diosas lascivas que no vuelvo a escribir sobre las estupideces oficiales. Lo juro.