Desde luego la inventiva publicitaria no tienen límite. Caso ejemplar es este sobre de plátano macho frito que se vende en Lidl y que anuncia, como quien no quiere la cosa, una lluvia dorada sobre el mundo. Jesús, que tolerancia la de esta sociedad-suciedad que vende las perversiones en bolsas asequibles a cualquier bolsillo. Bueno, quizá estoy siendo muy mal pensado y todo resulta en una mala interpretación, involuntaria, del texto que acompaña al producto. Veamos, busco en el oráculo del siglo XXI (sangoogle) a ver que dice: y, efectivamente se confirman mis temores puesto que todas las primeras entradas hablan de sexo. Vale, pensé que me estaba volviendo paranoico. Entonces la conclusión es clara y evidente: PQC (Pero qué coño) piensan los diseñadores cuando hacen su trabajo. O, siendo castellano (ergo pensando mal para acertar), ¿no será perfectamente voluntario el desliz?
En fin, buenas noches, que se me calienta la neurona y lo mismo peta como una batería en cortocircuito.