Parece que el espíritu de diálogo ha despertado desde el 15 de mayo. Esta parece al menos la conclusión de la pintada y su réplica que encontré el otro día en una pared vallisoletana. Francamente empiezo a pensar que hay más conversaciones entre pintadas en las paredes que entre parlamentarios en las cortes. Triste, tristísimo espectáculo el de nuestros políticos.
Un comentario en “Espíritu de diálogo”
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