Si hay algo que fastidia, supongo, es que te pases un rato largo de noche preocupado por que no te pillen y venga otro tío y te pinte encima, con la cantidad de sitios que hay para pintar, leche. Y por eso los grafiteros se quejan los «probitos» y se echan broncas unos a otros y se piden perdón y esas cosas. Vean los ejemplos del túnel peatonal de la calle Puente colgante en Valladolid. Enternecedor, gamberros con corazón.

