Ahora ya, casi irremisiblemente, nuestro planeta está condenado a sucumbir bajo el peso de nuestra basura. No hay motivos para el optimismo, señores lectores.
Sin embargo, queda siempre la esperanza de poder empezar a contaminar de nuevo en otro lugar. La nueva América, iTierra, será de diseño y la podremos colonizar, esclavizar, destruir para seguir con el frenético ritmo de consumismo y estupidez. Ya se ha descubierto, ahora sólo queda fabricar unas iNavesespaciales de diseño que nos lleven allá y en dos o tres generaciones podremos estar allá llenándolo todo de nuestra mierda. Seguro que el tío Punset, ciego tecnócrata donde los haya, ya estará clonado para entonces y podrá darle el tostón a los habitantes de allá.