Ante todo seriedad

Seriedad y pagos. A ver si no, cómo va a funcionar bien un cementerio si no se paga el alquiler del terruño final. Y si para eso hay que recurrir a familiares, amigos o conocidos, pues se hace. Si no, pues seguirá el curso legal de estas cosas.

En la corchera también hay un aviso en el que se informa de que «si quieres que cante, la pasta por delante» como se suele decir. No solo para ocupar los terrenitos con nuevos inquilinos, no, también para sacar a los que «okupan».

Los humanos hacemos negocio de todo, y no es de ahora, que las exhumaciones arqueológicas ya denotan que la costumbre es más vieja que las sopas de ajo (sin pimentón, claro).

Fotos tomadas en 2016 en el cementerio de Luarca (Asturias)