Fotografía tomada en 2004 en la sierra de Salamanca. Como ven la creatividad humana desborda por los costados de las tierras y usa elementos reciclados, en este caso la pieza de un pasapuré, para crear esta belleza con fondo otoñal.
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El ascua y la sardina
Teorema del ascua y la sardina: «Miedo en los culos asentados y barrigas agradecidas implica camino correcto».
Decíamos ayer que el 15-M empieza a remover gente en sus asientos y hoy nos reafirmamos. Nada menos que el recalcitrante fascistoide Rouco Varela se despacha hoy con otra dosis de mano-por-el-lomo al movimiento de indignados, según este artículo del diario Público. Lo que es peor es que razón no le falta, más bien le sobra, más pensamos muchos que «obras son amores» y que debería cerrar el pico más a menudo y obrar más (en cualquiera de los cuatro primeras acepciones del término), en lugar de cagarla (quinta acepción) como normalmente hace.
P.S. Falta el principito, algún sindicalista y algún banquero, tiempo al tiempo.
¿Mucho miedo? No, pánico…
«la democracia real está en los millones de ciudadanos que votan. Pero yo no desdeñaría el significado profundo del 15-M. Gentes de la más varia condición están indignados ante el derroche de una clase política prepotente y manirrota. Los partidos políticos, y también los sindicatos, para regenerarse deberían financiarse exclusivamente con las cuotas de los afiliados, más, tal vez, el 0′7% a rellenar voluntariamente por los ciudadanos en las declaraciones de la renta.»
Luis María Ansón, El mundo, 23 junio 2011
Cuando Luis María Ansón, derechista recalcitrante, escribía hoy en su editorial de «El mundo» las palabras de más arriba es el momento de pensar que no le tienen miedo al 15-M, le tienen pánico. Sólo eso explicaría el tono conciliador y casi halagador en ciertas partes del artículo (no las cito por vergüenza ajena). A fe mia, además, que me parece buena idea lo de la financiación de los partidos que propone. Ya puestos que sea también así la financiación de los políticos, de la iglesia (pero de verdad), del ejército. Y ya puestos que también sean la multinacionales y los bancos los que se bandeen con sus pérdidas que bien saben hacerlo cuando tienen ganancias.
Además me parece que algo bueno se tiene que estar cociendo cuando un islandés, el primer cabreado podría decirse, se ha dado una vuelta por Madrid a conocer de primera mano el 15-M. Claro, es que ya se sabe lo que va contando falsimedia cuando, por ejemplo, el otro día en Telemadrid ponían imágenes de indignados griegos violentos (con razón) y las hacían pasar por grabadas en Barcelona.
Sigamos adelante, que esto va llegar lejos por mas que nos quieran ignorar, vilipendiar, contaminar o volatilizar.
¡DEMOCRACIA REAL YA!
De la serie «esculturas campestres»
Bueno, esta más bien corresponde a una instalación. La foto está tomada en la orilla del Tormes, en Salamanca, en 1994. «El suicidio del tullido» se podría denominar. Nadie podía pensar en aquellos tiempos que la crisis iba a dejar a muchas personas sin cobrar unas subvenciones necesarias (limosnas estatales, al fin y al cabo) mientras que se siguen regalando miles de millones de euros a la iglesia por adocenar ciudadanos y al ejércitos por masacrarlo en otros países. Mucho, mucho, tiene que cambiar este puto mundo en el que algunos iluminados clasistas y belicistas dicen que «ser de izquierdas es una pérdida de tiempo».
El progreso según Bierce
Leyendo en Halón disparado me encuentro con el siguiente viejo viejísimo pero acertadísimo comentario:
Dos gobiernos europeos han encargado recientemente a una compañía americana suficientes cartuchos como para matar a ciento cincuenta millones de hombres. Es a través de pequeños incidentes de ese tipo la manera en la que vislumbramos de vez en cuando el progreso de la civilización cristiana, y obtenemos una noción justa de lo que el evangelio de paz en la tierra y de buena voluntad hacia los hombres ha hecho en sólo dieciocho siglos.
Almacenadas hoy en los arsenales de las naciones cristianas más ilustradas hay suficientes balas para matar a todos los hombres, mujeres y niños sobre la tierra. Hablemos de paz, hermanos míos –elevemos nuestras colas, nivelemos nuestras orejas, bajemos nuestras mandíbulas y cantemos tonterías piadosas de calidad superior sobre la influencia humanizante de nuestra bendita religión. ¡Toma!, hay más cristianos asesinados por cristianos en una década que paganos por paganos en diez. Y cada vez va a peor. El siglo pasado fue el más sangriento, pero fue superado por la primera mitad del presente, a la que los primeros veinticinco años de la mitad restante excedieron en terror. Puedes evangelizar el mundo con la profundidad de un pie y agitar los tirantes de los pulmones “saludando el amanecer de una nueva era”. Puedes desencajar los brazos componiendo falsos remedios para la guerra. Puedes mimar cualquier engaño que prefieras, y publicar tu propia receta de dulce sagrado. En cuanto a mí, continuaré saludando a todos los varones cristianos recién nacidos y les daré el tratamiento de coronel.
* Ambrose Bierce. En 1885
¡Qué poco ha cambiado el mundo, señores!
La exclusividad de la mediocridad
Los publicistas viven en su mundo ideal, como los arquitectos y muchos diseñadores de moda. No tienen la vergüenza de mostrar las bobadas que se les ocurren y por las que, dicho sea de paso, cobran buena pasta. Ejemplo de ello es la bobada que se le ocurrió al gabinete de diseño de los Paradores nacionales para anunciar no-se-que-saca-cuartos nuevo. Lejos del boato y la fina realización a mi me sigue pareciendo a los estuches de azúcar que lucen «envasado especial para esta casa» y que son iguales en todos los bares. O sea, la exclusividad de la mediocridad.
De la serie «Esculturas campestres»
Bueno, casi se trata esta vez de una campestre. En realidad al borde del campo, a la salida del San Cebrián de Mazote (Valladolid) que posee una de las joyas del mozárabe español. Un servidor, por razones no pertinentes en estas estúpidas páginas, le llama al pueblo «San Cebrián de los zotes» por alguna característica un tanto medieval o incluso arcaica de sus gentes.
Pero bueno, a lo nuestro, que es el arte campestre. El paisano autor de estas maravillas debería estar en un museo de arte contemporáneo, en la modalidad macabro-festiva. Gocen de sus obras…
Arte rural
No se puede encuadrar en otro lugar. Arte y reciclaje. Un modo como otro cualquiera de librarse de los trastos dándoles utilidad. No habrá reparado el paisano, al hacerlo, en que el bello cromado que lucían las piezas podría, con el tiempo, deshacerse, disgregarse y quizá contaminar las tierras que tanto protege. De ahí pasar la contaminación a los animales encerrados tras la verja y de ahí, pasando al plato de la familia que, años atrás, cambió su vieja cama por otra nueva pensando que eso mejoraría sus vidas. Paradojas…
La foto está tomada en Buenavista (Salamanca), pero hay miles de ejemplos más.
De la serie «nombres poco afortunados»
Aquí tienen ustedes el restaurante «Cacán» de Ciudad Rodrigo (Salamanca) al que bien podríamos pedirle que sus comidas no hagan honor a su nombre. Igual es la sede del club de coprófilos, en cuyo caso queda más que justificado el nombre e incluso que sirviesen semejantes viandas.
El cabreo se extiende
En realidad no el cabreo, que ya estaba bastante disperso por el ancho y ajeno mundo, sino las consecuencias del cabreo monumental que todos los humanos de a pie llevamos dentro desde hace décadas. Bueno, casi todos. Citando a Douglas Adams, en «Guía del autoestopista galáctico» en su edición española de Anagrama (3ª edición, Colección Compactos, 2009 traducción de la 1ª ed. en inglés de 1979), concretamente en su página 109:
«Desde luego muchos hombres se hicieron sumamente ricos, pero eso era algo de lo que no había que avergonzarse porque no había nadie verdaderamente pobre, al menos nadie que valiera la pena mencionar.»
Eso han debido y deben pensar las gentuzas que dominan la clase empresarial. Pero no, señores, no. Todo tiene su límite y parece que la gota de la última crisis ha colmado el vaso de los abotargados trabajadores, parados y otras gentes de las calles. Ya saben ustedes que en toda la geografía europea se suceden las manifestaciones de disgusto, acampadas, caceroladas y otras.
¡Ah! ¿Que no lo sabían? No me extraña porque bien se encargan los medios de desinformación (periódicos, teuves, revistas, etc) de que no se enteren. Pero nos enteramos porque los medios técnicos como el móvil e internet han puesto a nuestra disposición la inmediatez y la universalidad. Fruto de ello es que en todas partes se esté cociendo un fenomenal estallido de bastayaes. A modo de ejemplo se adjuntan un par de fotografías tomadas el lunes en Coimbra (Portugal). Una es una pintada que reza: «la banca a lucrarse y el pueblo a penar». La otra es un cartelito pegado en un semáforo de la zona centro llamando a las gentes a la manifestación INTERNACIONAL que se se celebrará el próximo domingo 19 de junio en TODAS PARTES, porque los politicastros que algunos han votado van a aprobar otra serie de medidas para seguir chupándonos la sangre y rematando lo poco del estado del bienestar que queda. Para ello han preparado unas medidas que aprobarán el día 27.
Tiene guasa la cosa, se queman derechos sociales en fechas de las hogueras (equinoccio de verano, sanjuan para los cristianos). Igual tenían razón los mayas y el mundo se acaba un día de estos. Espero por el bien de la humanidad que sea el mundo del choriceo, del chuleo al ciudadano y de la democracia descafeinada, de la destrucción y sobreexplotación de animales, medio-ambiente y personas.
Seguiremos informando entre bobería y bobería.