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Una de huelgas

La comodidad ante todoHuelga decir que el entreguismo y acomodamiento de los sindicatos nos ha llevado hasta donde estamos: una convocatoria para cubrir expediente, para que parezca que los sindicatos no son la mano derecha de la patronal. Sobre el entreguismo no tengo documentación gráfica, pero la comodidad como parte importante de la vida sindical queda perfectamente ilustrada con la foto que tomé hace unos días en Badajoz. ¿A quién se le ocurre hacer abanicos para promocionar una huelga? En lugar de asambleas hacemos abanicos, no serán tan efectivas, pero al menos tienen utilidad pasada la fecha. En mi empresa ni han venido a informar en persona. Todo por correo-e, como corresponde a los tiempos que corren. Hay que decir que tampoco han repartido abanicos para los sofocos que nos esperan. Ni vaselina que va a hacer buena falta para aguantar los golpes de riñón que se avecinan (con aliento en la nuca incluido).

Subproductos de la estupidez política

vandera-canis-moguerVisto el otro día en una pared de Moguer (Huelva), pero válido para cualquier punto de la geografía hispana y, me atrevo a aventurar, europea. Producto de la educación competitiva y estúpida que pretende dar a la masa trabajadora el mismo valor que a las máquinas tragaperras: producir a cualquier precio, incluida la necedad. Ala, señores, a gozar de esta sociedad que cada día más placer contemplar en su degradación inexorable, en su lenta agonía, camino hacia la productividad sin límite ni conciencia. Esto no ha hecho más que empezar, siéntese y disfrute del espectáculo de la degeneración humana. Por favor, que sea en alta definición.

El caso particular que nos ocupa hoy es el CANI tribu cuya procedencia ignoro, entre otras cosas, porque no tengo tv. Como se ve su «vandera» es gris, como su vida y obra. No así su cerebro, que tiene los colores de la roja, a juzgar por el veranito que nos han dado.

Educando en libertad

Visto en Moguer, en la feria, hace unos días. El deleznable espectáculo digno de un país decimonónico como este en el que se permite atar indefensos animalitos a la noria para que las bestias humanas den vueltas mientras los padres miran deleitado cómo las criaturas van entrando en el mundo salvaje, despiadado, ancestral que hay que proteger a toda costa: «es que son tradiciones». No me enredo más porque bien cerca de donde escribo, en Tordesillas, aún van más lejos haciendo el salvaje.

Ideas peregrinas de la generación «Master»

amás de cornudo, apaleadoImagen captada hace unos días en el escaparate de Oysho, franquicia del magnate español de la moda. Uno de sus chicos/as, estos que estudian con furia en universidades privadas (de moral, sobre todo), que a codazos y golpe de billetera se hacen con un master en alguna universidad yanqui (a ser posible) y que van pisoteando compañeros sin conocer más amistad que la cuenta bancaria y el boato estúpido han parido la idea del otoño: ¡Maniquíes con cuernos! Joder, o me llaman cornudo si lo compro, o me llaman imbécil si no voy a la cornúpeta moda de las mentes calenturientas de esta gentuza. Lo peor es que encima irán de ecológicos porque son de madera. Bueno, también las eléctricas y las petroleras llevan logotipos verdes para esconder sus negras maneras y mareas (respectivamente). Lo que más me sorprende es que no le hayan puesto una puta nariz roja y ya vale para la temporada de navidad que empieza uno de estos días. Mañana igual veo algún papanatas colgando bolitas de colores o poniendo pretenciosas alfombras rojas. Pero bueno, eso es harina de otro costal. Les dejo con la saga de frenti-adornados.
Ah, mira, acabo de entenderlo: «Amás de cornudo, apaleado»

Del mismo Perogrullo (provincia de Cái)

Perogrullo capitalLes juro que pensé que había sitios en que la falta de imaginación, la prisa o la desidia habían hecho del arte de nombrar humo de olvido. Hasta que el otro día me encontré en la Plaza Plazuela en el mismo corazón de Alcalá de los Gazules (si mal no recuerdo). Puede ser incluso que llegase a ella a través de la Calle Calle (pero calle, hombre, calle, que ya ha dicho lo que tenía que decir).

Arrecia la crisis

Instantánea capturada el otro día en Palencia. El paisano está pescando en el río, concretamente cangrejos. No se verá muy bien en la foto, tan pequeña, pero los reteles están atados con cuerdas de la ropa (trozos), tienen un plástico arriba junto al atado del pretil del puente con el dni (fotocopia) del paisano. Y lo que nos queda por ver…

Una de becarios/as

Paseando por la ciudad de Béjar se pueden encontrar las imágenes que a continuación se muestran. En sentido cristiano (es decir, de izquierda a derecha, que los paganos van a la inversa) mi secuencia de pensamientos:

– Se ha equivocado
– Uf, el jefe le dijo «dale la vuelta a los que no han pagado»
– Era un becario, fijo, la vuelta del revés, hijo, no boca abajo
– Pero no entiendo, el negocio está a 600 Km.
– No entiendo nada.

Pero me parece bastante claro que la intención es la de que los anunciantes que se han retirado (ergo, ya no son clientes) no tienen derecho a anuncio. Viene corroborado porque vi alguna inmobiliaria. Luego lo de los carteles de-vaya-usted-a-saber-donde será que, por la crisis, no había dinero para limpiarlos o comprar chapas nuevas.

Si este es el mundo del eterno becario/a que los empresarios en crisis quieren parece que la miseria nos dominará, pero al menos nos vamos a reír largo y tendido. Me han contado de una persona becaria a la que no le salían una sumas tras varios intentos, de hecho cada vez le daba una cosa. ¡Y tenía la carrera de gestión de empresas! Ya he dicho que nos vamos a reír mucho. Al tiempo.