Chapuzas italianas

La fotografía tomada en Florencia (Italia) en 2001 es digna de aparecer en los anales de chapuzas que en esta casa tenemos. Se trata de una puerta en la que las letras doradas de la palabra «SPINGERE» (empujar, en español) habían sido pegadas con poca precaución. La letra S se desprendió poco después y el paisano propietario del café decidió arreglarlo en plan «chapuza» cortando un trozo de cinta adhesiva transparente (vulgo celo, primera acepción del segundo significado). Pero se quedó corto el pobre y en lugar de cortar un trozo mayor, decidió cortar un segundo trozo más pequeño para complementar el primer pedazo. Resultado: el que se ve en la foto, una ñapa (en el sentido literal de la palabra) que dice mucho del espíritu italiano. Pues ahora pongan que los políticos se dedican a las mismas tareas de «arreglo» de cuestiones más importantes como por ejemplo la economía y tendrán ustedes una explicación de porque las cosas están como están. Lo que falta es excelencia en el trabajo inicial, excelencia y dedicación en arreglar los problemas y sobra improvisación, chapucería y rigor. Un lujo, vamos.

empujar

Nota: Podemos perder el pudor, estimados compatriotas, no somos los únicos chapuzas de Europa. El litigio está difícil de dirimir ahora que los alemanes y los belgas, con el caso de la bacteria E.coli, han entrado a la competición. Lean, sino, este interesante artículo sobre el asunto.