
Esta imagen, que tiene ya algunos meses, en concreto siete, ilustra que hasta el más fiero león se asusta y que hasta el más escrupuloso agente de la ley puede llegar a tener prisa y a ser vago y comodón.
Como se puede ver, el vehículo de la Guardia Civil está estacionado en un paso de cebra ocupando buena parte de este y bloqueando el rebaje del bordillo para el paso de minusválidos. Y todo esto a unos veinte metros de la puerta principal de las oficinas de «Tráfico» en la ciudad de Valladolid. ¿Estarían pagando una multa? 🙂
El coche estaba vacío.
Si no hubiese sido así, ¿que le habrías dicho a los Sres. Agentes?
Yo me quedé con las ganas de llamar a «La Grúa» para que los municipales les hubiesen pedido los papeles. ¿Os imagináis la escena? JUAS, JUAS, JUAS