De hombres y ratas

Esta redacción que adjunto fue trabajo del que fueriese (=fuera o fuese) el hermano de este Acechor. A pesar (o ayudados por) los curas salesianos, eran tiempos de familia, de cariño, de inocencia. Luego vinieron otros en los que el darse la importancia de llamarse Ernesto, vivir en el lodazal de Laguna y escribir con letra Verdana dieron al traste con la familia, con el cariño. El tal citado (E.L.V.) que otrora fueriese hermano del Acechor sigue siendo un ingenuo, cándido y fácilmente manipulable. Cosas de la vida, estimados visitantes de estas páginas. No se preocupen que no volveré a cometer la ignominia de aburrirles con cuestiones personales, estando el mundo lleno de estupideces ajenas que echarse al blog.