Especular con el alma

A casi nadie se le escapa que la especulación inmobiliaria está empezando a tocar techo en España y así, algunos especuladores, grandes y pequeños, empiezan a pedir entre sollozos ayuda a Papá Estado aún después de haber llenado sus bolsillos a base de bien.

Del mismo modo, existe otra especie de especuladores tanto o más peligrosa que la anterior: los especuladores del alma, de la salvación y similares. Dentro de esta especie, existe la subespecie más peligosa: aquella que se considera con el derecho exclusivo, en regimen de monopolio divino, a la educación, la doctrina, el pensamiento, el pecado, el castigo… y entre las que destaca la secta del Vaticano.

Sin embargo y por lo general, todos los especuladores terminan en el mismo lugar, donde el libremercado les manda. De esto último, pueden ver ustedes un simple pero significativo ejemplo en las siguientes imágenes: