No piensen que voy a hablar de Donma y sus mentiras tamaño catedral. No. Esta vez, sólo me dedicaré al humor ácido. El título de la entrada es culpa de una persona cercana al Malvado Margarito. Y la foto (cuya autoría desconozco) me llegó por correo-e. La carnicería «Mi ex-mujer y yo» (antes «Mi mujer y yo») como demostración pura de que no se puede andar haciendo gala de nada de forma estable.
