La Ilustración oscura

Pobres de nosotros, estúpidos ciudadanos.

Qué bien ha envejecido esta publicación que hicimos en julio de 2016. Tan bien ha envejecido que se podría decir que fuera escrita ayer mismo: los capos del mundo repartiéndose el botín.

Leo un artículo que me deja con cara de queso y del que entresaco y comento algunos párrafos.
Es, ciertamente, para acojonarse:

«Yarvin aboga por que los países pasen a ser propiedad de empresas que, a su vez, contarían con accionistas»

Algo que ya se intuye desde hace tiempo, incluso, una película yanqui de 1987 ya trataba de un modo muy singular el poder de las corporaciones: aquellas cuyo único objetivo es privatizar todo, incluso la ciudades o los estados.

«Cuando Peter Thiel dice que cree que la libertad y la democracia ya no son compatibles, emplea la palabra libertad con el significado que desde hace décadas han empleado los neoconservadores: Libertad de mercado«

Algo que también llevamos mucho tiempo escuchando a la caterva de la derechona patria, manoseando y prostituyendo la palabra «libertad» de un modo indecente y grosero.
Libertad… para hacer lo que nos salga de los mismísimos, sin que nadie regule o ponga trabas y sin que ningún estado ponga reglas. Vamos, lo que siempre se había llamado anarquismo, pero en esta caso la variante del anarco-capitalismo, o dicho de otro modo, la Ley del Embudo.

«Europa es solo un estorbo frente a la dialéctica de machos alfa –Putin, Xi Jinping, Narendra Modi– entre los que Trump se siente reconocido»

O lo que es igual: el mundo repartido entre tres o cuatro grandes Estados/Corporaciones.
Y en esas estamos actualmente:
Trump y Putin bailando al compás de sus propios intereses mientras Europa, la Unión Europea, mira a su alrededor con el pie cambiado de compás.

Oscuro futuro nos aguarda…