¡Los milagros existen!

Pensamos en ello como mentes científicas. Nos regodeamos cuando de los cielos nos caen pruebas de la existencia del dios machista del desierto. Y casi casi casi nos llegamos a rehacer creyentes cuando la infanta se casó. Vi una pintada que decía «la casamos». Así, a secas. Probablemente la mejor pintada que he visto pero, pena, no pude fotografiar. En fin, Acechor, que te despistas. Pues ahora me llega otra prueba fehaciente que dejará al bosóm de Higgs a la altura del betún. Lean, lean.