Los murales de Erisson

En cierto garito de Salamanca, uno de los pocos por cierto que osan programar música en vivo, me encontré hace unos días con la joyita «artística» colgada por las paredes del sitio. El fotografiado es no sólo el menos malo, sino también el único que el «peazo-artihta» ha colgado en sitio con luz suficiente para poder inmortalizar semejante espantajo. Los otros eran aún peores, de mal color, nula composición, escasa técnica, mal soporte y, en definitiva, francamente arrojables a la primera o segunda o tercera papelera que uno se encuentre en el camino, eso sí, previo pago de los 100 güitis que se pide por ellos. Una muestra más de la desfachatez y la falta de autocrítica que las generaciones maman de la mamá TV.