Encontrada en el proceso de digitalización masiva en que ando metido, ha aparecido esta fotografía tomada en febrero o marzo de 2005 en Alaejos (Valladolid), probablemente. En la puerta del cementerio se lee con claridad el cartel: por favor cierren la puerta. Como dicho cartel mira hacia afuera se entiende que se avisa a los vivos de que cierren la puerta no sea que se escapen los muertos de dentro. No sabemos si también se puede leer ese mismo texto desde el interior avisando a los muertos de que cierren no sea que la avalancha de vivos les reste el descanso merecido. Tales avalanchas se producen sin que fuerza alguna lo impida, tal y como el loco Gadafi anda estos días haciendo en Libia, emulando al conocido (por sangriento) Vlad el empalador o al no menos famoso Calígula.
Como habrá quien piense que siempre le ando buscando los tres pies al gato les diré que no creo que el cartel indique tal deseo de cierre para evitar corrientes de aire dada la estructura de la propia puerta. Indicaré, además, que según Joan Fuster la filosofía es «el arte de coger a la vaca por los cojones». Pues bien, es la filosofía de este santo blog el andar buscando vueltas y revueltas a las cosas, para quien no se haya dado cuenta, por el simple placer de mantener la neurona entretenida y escupir el veneno y la mala baba que el mundo que nos rodea me viene produciendo en cantidades ingentes.