En la bella y beata ciudad de Cuenca me encontré en una tienda de artículos religiosos, creo, con el cartel que ilustra este comentario. Se trata ni más ni menos que del invento de los inventos el peluche «Jesusito de mi vida (R)» y según nos informan se trata ni más ni menos que de: «el primer peluche del niño Jesús con el que los niños podrán jugar, acostarse… sin ningún problema.» (sic)
¿Se trata de ir preparando el terreno para cuando sus representantes en la tierra quieran jugar y acostarse con el niño?¿O es mi mente malvada y malintencionada que ve curas pederastas por todas partes? Tal vez me haya visto influenciado por la película «Spotlight» en la que se narran tremendos sucedidos de pederastia. ¿O quizá por que hace poco me han contado el caso de un niño abusado por un seminarista protegido por el cura del pueblo bien cercano a la capital? Ah, el celibato, ese gran problema al que nadie se atreve a «meter mano».
