El sueño húmedo del post-capitalismo, todo rentable, todo publicitado, todo dinerito y más dinerito, llegó ya hace tiempo a Irlanda. Sí, ese país donde las empresas apenas pagan impuestos y los ciudadanos se costean su sanidad. Ese país que tiene muchas cosas positivas y alguna que otra, cómo no, bastante cuestionable.
Ejemplo: el patrocinio de rotondas que da título a esta entrada -sí, como lo oyen- el patrocinio de obras públicas con anuncios que distraerán a los conductores y hará -ya de paso- que aumenten los incidentes de tráfico que darán trabajo a los talleres. Vivir (y viajar) para ver.

