Está en la concatedral de Cáceres. Es una sujección de un báculo de plata que no tiene la categoría para ser sujeto más que con un trozo de plástico de los que venden en los chinos para colgar las escobas de casa. Tanto boato para unas cosas y tanta cutrería para otras. En fin, nada que nos sorprenda, más bien corrobora el mundo en que vivimos.
La iglesiacatolicapostolicaromana de esta santo país siempre anda pidiendo. ¡Como será la cosa que ha pasado al refranero con aquello de «parece que te ha hecho la boca un fraile»!
Tengo una magnífica colección de fotos de los sacaperras (huchas, alcancías, limosneros, etc.) que voy haciendo en todas la iglesias de la geografía que visito. Lo que me pregunto es en qué se gastarán la pasta, porque miren como está la puerta de la Concatedral de Cáceres (a la que hay que pagar un eurillo para entrar, todo sea dicho). Le pasa lo mismo que a propia doctrina, desde lejos parece algo sólido, pero basta acercarse y se le ven las vías de agua hasta de espaldas.
Puerta Concatedral de Cáceres
El título viene por esa cruz que hay que poner (si uno quiere) en las declaraciones de la renta para que le demos (aún) más pasta a los curas de este país.