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Ay, el Miguel

Miguel, pase que no sepas ortografía, pero al menos activa el corrector del procesador de texto o programa de diseño. Si es que no hay perdón, no lo hay. Y para la chapuza del .com .es tampoco porque uno empieza a pensar que si en tu casa con tus carteles no tienes cuidado qué harás en casa ajena con muebles ajenos. ¿Te das cuenta de que la chapuza es contagiosa, leñe?

Foto hecha en Valladolid, calle Arcas reales si no me acuerdo mal, ayer mismo.

Bar «El sado» (de la serie «Nombres poco afortunados»)

Foto hecha en Portugal, razón por la cual he hecho una búsqueda del significado de la palabra en ese idioma (si la hubiere) pero no parece. Tampoco he puesto mucho ahínco, vaya, sólo he buscado en uno (bueno, eso sí). Nos queda por tanto la duda de si los propietarios lo pusieron por ser aficionados a la práctica de esa modalidad de pasión en la que usa el látigo (entre otras cosas) o bien, vista la jaez del tal negocio, alguna otra fue la motivación de los sádicos. Queda en cualquier caso a su disposición, queridos (y escasos) lectores, hacer ulteriores investigaciones.

Actualización: Me informa el Malvado Margarito que «Sado», a parte de la hoy ya extendida práctica sexual, es el nombre de un río portugués que nace en la sierra de Calderião y desemboca en Setúbal.

Viajar para ver y ver para creer

Encontré en Mirandela (Portugal), una zapatería que me llamó la atención por lo de «Se vende zapatos para pies diabéticos». Le hice una foto y luego indagé por ahí el asunto, desconfiado que es uno. Resulta que sí, que hay una cosa llamada pié diabético. No sé cómo serán esos zapatitos, sin embargo, haber necesidad háyla. Como dice uno que cito a menudo «el mundo es fractal».

¡La televisión es nutritiva!

Vean los pollos felices de esta tienda de Fregenal de la sierra (Badajoz) cómo se lo pasan viendo su futuro por una televisión nutritiva como aquella que el Aviador DRO y sus obreros especializados nos regalaban en 1982. Así somos los humanos, el morbazo de ver a nuestros congéneres descabezados, destripados, asados y en programas en vivo y en directo, de rabiosa actualidad, oseasé esa telebasuras llamada «reality show» con que las cadenas envenenan, perdón, alimentan a sus teleimbéciles, perdón, teleespectadores.

La imaginación a la pared (de la serie «soluciones de bajo coste»)

Vean a lo que llega la imaginación, la falta de recursos, las prohibiciones vecinales o lo que sea. El hecho que haya provocado que estos señores hagan el anuncio de sus servicios en cinta de carrocero (o de pintor), me parece bastante simpática. Me parece que la foto la hice en Cádiz, pero no lo aseguro. Si usan el botón del ratón derecho podrán apreciarla en todo su esplendor.

Imperdonables: la bobada de poner ciertas cosas en inglés (mal alguna de ellas, claro), de poner «french» en lugar de fráncés, «alaman» en lugar de alemán, o inglés en lugar de «english». Se supone que va a aprender el que no sabe ¿no? Bueno, y la mezcla de días de la semana, lo de la marquitis de bolsos al final… No se puede tener todo en esta vida.

La tontería (by El Acechor)

¡La cantidad de memos que campan por este santo país de anglo-ignorantes e anglo-fascinados! Me llama la atención ver los innúmeros negocios que hacen de los anglicismos la bandera de muestra. Y lo peor es que nadie, nadie, nadie, porcentualmente hablando, es capaz de mantener una simplísima conversación en el idioma que tanto admiran. Es el esnobismo reinante tal que, hasta un bareto de pueblo, cree más «chic» poner en sus carteles algún anglicismo. Muestras podría poner de aquí al (cercano) fin del mundo, pero me bastará con algún botón. El que más abajo ilustra el comentario está hecho en Zaratán (Valladolid) si no recuerdo mal, y es sangrante que tan sólo con el «by» crean que le dan prestigio a su negocio de hostelería. Vamos un bar de pueblo no mejora con una preposición, por mucho que esta fuese en su día usada por Shakespeare.

Falsimedia

Falsimedia es el nombre que se le da a los medios tradicionales de información (periódicos, radio, tv…) que están controlados por grupos de presión y poderes monetarios en la sombra. Y puede que no haya mejor definición, más escueta, más aguda, y además divertida de este hecho que vivimos a diario que la pintada que encontré hace unos días en Salamanca, en la calle camino estrecho de la aldehuela: «Nos mean y la prensa dice que llueve».

Imposible ser más escueto y más preciso. Hay veces que da gusto caminar por las calles ¿no les parece?

 

Chapuzas italianas

Los italianos son unos chapuzas. Mucho más que los españoles, que también lo somos y a rabiar.

Vean estos carteles encontrados en Cerdeña, en una playita a la que concurren visitantes de todo el mundo. Llama la atención el ahorro en traductores y la imaginación de los ejecutores de los carteles. A ver si algún amable lector es capaz de enviar algo que supere a esto. La mejor es la tercera, sin duda, porque además explica el porqué del conjunto chapucil.