Reclamo publicitario de la lusitana cerveza Super Bock que ostentaba su mensaje en una fachada de tamaño descomunal, creo que en Oporto. Hasta me parece que la torre que se ve detrás es la famosa de los clérigos.

Reclamo publicitario de la lusitana cerveza Super Bock que ostentaba su mensaje en una fachada de tamaño descomunal, creo que en Oporto. Hasta me parece que la torre que se ve detrás es la famosa de los clérigos.
Vean el cartel de un pub de Dublín que anuncia:
Próximos eventos:
No se puede ser más explícito. Ni más simple.
Vean la foto que hice en una camioneta de comida y bebida sita en Oporto. Es lo que ahora llaman food-truck (o sea, comida-camión, ingenioso nombre donde los haya). La irreverencia es bastante notoria aún sin traducción, pero no me he resistido a publicar la edición bilingüe.
Hala, ahí
Lo único que, quizá, no quede muy claro es el sentido de la última
línea. Amendoim es cacahuete en portugués, y no almendra como tenía
puesto originalmente. Difícilmente traducible el juego de
palabras, por lo que he optado por «Almén… ¡dras!» que, quizá, se entienda mejor que lo que habría resultado de cortar la palabra cacahuetes en dos trozos ¿no?
O Álcool é o meu pastor, Cerveja não me faltará… Cerveja gelada que estáis no bar Aguardando o fim de semana chegar- Venha a nós o copo cheio Seja feita a nossa farra Assí no sábado como no Domingo. O Álcool nosso de cada dia nos dais hoje, Perdoai as nossas bebedeiras Assim como nós perdoamos A quem não tenha bebido E não nos deixeis cair no sumo E livrai-nos da água… Amén… doins! | El alcohol es mi pastor, cerveza no me faltará… Cerveza fría que estás en el bar. Esperando al fin de semana llegar Venga a nosotros la copa llena Hágase nuestra juerga Tanto sábado como domingo. El alcohol nuestro de cada día dánoslo hoy, Perdona nuestra embriaguez Así como nosotros perdonamos Para los que no han bebido Y no nos dejes caer en el zumo Y líbranos del agua… Almén… ¡dras! |
La salvación nos vendrá de una caja de cerveza, como a estos brasileños. La consolación, como decía Boecio, nos vendrá de la Filosofía. Y el buen humor por las chorradas que dicen los dirigentes que rigen nuestros destinos, como el caso de la mamarrachada bíblica a la que ha llegado la presidenta del FMI, Lagarde. Dice que después de 7 años de vacas flacas (desde el 2007 que empezó el tsunami en los Bastardos Unidos) vienen otros 7 de vacas gordas.
Pues para eso no hace falta más que leer la biblia de los cristianos y sus alegorías. Lo que no entiendo es porqué los periodistos y periodistas le hacen caso. La única explicación que se me ocurre es que hoy no había chorrada más gorda para comentar, ya que Donma había vuelto del besaculos de Obama, Botella no tenía atentados en Burgos y la conspiración contra la princesa solo interesa al fiscal.