No todo iban a ser chapuzas. También hay gente preocupada por la estética y que además auna el viejo mundo medieval con el pos-moderno mundo eléctrico. Este es el caso de la cruz, el cable y la pintura que fotografié en Conil. El tipo que puso el cable es para matarlo, porque igual daba subirlo o bajarlo unos centímetros para evitar la cruz. Pero claro, sería del ayuntamiento, y se le han dicho que lo ponga a tres metros de suelo, pues a tres metros va. Burro veo, burro pinto y donde hay patrón no manda marinero. Luego llega el que pinta, y claro se encuentra con la chapuza. Con tal de no convertir la cruz latina en una de San Andrés, que vaya ud. a saber la implicación socio-teológica que eso conlleva, pues agarra el bote de pintura marrón (con el también pinta la cruz) y le hace el cachito correspondiente para que, al menos, se disimule la chapuza del otro. Y hala, «apañado» este trozo del via crucis del pueblo. A por otro.