Nuestros humoristas, haciendo parodia de la realidad, pobres, cuando es en realidad la que les parodia a ellos.
Y mientras, nuestros des-gobernantes, esa pandilla de golfos que se mofa de nosotros también nos da, a veces, motivo de risa. No me digan, a la vista del vídeo de la Cospe, que la cosa no tiene gracia.
En fin, todo sería mucho más bonito si sólo fuese motivo de risa y no de llantos del pueblo ¿no?
Como últimamente les tengo muy descuidados, señores lectores, prometo hacer esta misma semana una entrada «lógica».