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De pintadas

De vez en cuando me encuentro pintadas de lo más interesante, o poético, o filosófico, o divertido, o inquietante… El caso de hoy (conquense para más señas) entra dentro de lo poético:

«LLevamos un mundo nuevo en nuestros corazones»

Bueno, como debajo hay una A inscrita en un círculo, entra dentro de lo filosófico-político-utópico.

Curas pederastas

En España estas cosas no existen, ya lo saben ustedes. Esto sólo pasa en el extranjero y por eso hicieron la película Spotlight basada en hechos ocurridos en yanquilandia. En ella se denuncia esta lacra que encubren desde los propios estamentos clericales hasta los medios de comunicación (¿?) y por eso casi ni nos enteramos. Sólo a veces ocurre como hace unos días en que un cura sinvergüenza preso por pederasta se suicida. Más de cuatro de los que abusó lo habrán celebrado, no es para menos.

Estos hechos ocurrían y ocurren por desgracia. Ya he comentado en otra entrada que hace unos meses me han llegado noticia de un caso en que un seminarista (de un pueblo cerquísima de Salamanca) habiendo abusado de un crío de siete u ocho años, fue tapado por cura e iglesia locales.

Anda que como volviese Jesucristo iban buenos estos señores. La pederastia de la iglesia (no sólo la católica está implicada, por lo visto) ocurre a menudo en instituciones creadas por ellos mismos para la «educación» de niños y niñas. Instituciones como la que creó  en Cuenca del Señor Obispo Palafox (había de niños y niñas) y cuyos carteles se conservan aún. La foto de uno de estos letreros es la que ilustra el comentario que han leído.

Desde aquí reza un agnóstico (que vio algunas cosas en el colegio de curas donde estudió) para que ningún caso quede sin denunciar ni impune.

Tiempos nuevos

Continuando con la entrada de ayer, a ver si nos invaden de una vez los buenos tiempos y celebramos nuevas cosas. Por ejemplo, que pongamos un azulejito celebrando el fin de los privilegios machistas, o el fin de los privilegios monárquicos, o el fin del abandono de personas dependientes, o el inicio de el pensamiento como deporte, o el inicio de las luchas por la igualdad, o el inicio de la paz universal, o el fin del uso de las armas, o el cuarto centenario del último fallecido en una guerra… Y espero que lo hagamos poner por las paredes, como se hace con estas otras cosas tal y como aparece  en la foto hecha en Cuenca, el inicio de las procesiones de viernes santo.

Ya sé que el 28 de diciembre queda lejos, pero déjenme que sueñe con un mundo mejor, sigo siendo un inocente, creyendo en la gente, en el ser humano… pero sólo a ratos. Luego llega el despertar a la realidad, siempre llega.

La crisis de lectura

Para que luego se quejen los editores de este país y digan que la crisis del libro y tal y cual. El problema es el contenido, amiguetes. Si los libros fuesen más amenos, con santos, con fotos, con información útil, se leería más. Vean sino a estas dos señoras amigas y residentes en Cuenca cómo se lo pasan de bien leyendo el panfleto del supermercado. Para ellas no hay e-book ni nada que se le compare.

Artes contemporáneos

Vean la espantajada que encontré en Cuenca hace casi tres años. En la izquierda una pretendida obra de arte que, puede ser, alguien pueda explicar con datos, detalles y otros ardides. Bueno, si soporta el paso del tiempo y no es confundida con chatarra, cosa que no sería de extrañar. A la derecha una torre como contrapunto definitorio de lo que dista entre concepciones artísticas y arquitectónicas.

Dentro de unos días vuelvo a Cuenca, de modo que prometo pasar por la placita en cuestión y ver si al menos ahora que (según Donma) la crisis ha acabado, al menos han quitado las vallas y vestigios de una obra inacabada que rodeaba el conjunto.

Actualización: una vez han terminado el destrozo de la plaza y convertido el espacio en una mole de cemento plano, la torre Mangana que vista de cerca queda como más abajo pueden ver, queda con el espantajo de hierros y aceros como, también más abajo, pueden observar. Impresionante manera de convertir un espacio digno en un homenaje al mal gusto, a la megalomanía y a la ordinariez.

Preparando el terreno

En la bella y beata ciudad de Cuenca me encontré en una tienda de artículos religiosos, creo, con el cartel que ilustra este comentario. Se trata ni más ni menos que del invento de los inventos el peluche «Jesusito de mi vida (R)» y según nos informan se trata ni más ni menos que de: «el primer peluche del niño Jesús con el que los niños podrán jugar, acostarse… sin ningún problema.» (sic)

¿Se trata de ir preparando el terreno para cuando sus representantes en la tierra quieran jugar y acostarse con el niño?¿O es mi mente malvada y malintencionada que ve curas pederastas por todas partes? Tal vez me haya visto influenciado por la película «Spotlight» en la que se narran tremendos sucedidos de pederastia. ¿O quizá por que hace poco me han contado el caso de un niño abusado por un seminarista protegido por el cura del pueblo bien cercano a la capital? Ah, el celibato, ese gran problema al que nadie se atreve a «meter mano».