En España estas cosas no existen, ya lo saben ustedes. Esto sólo pasa en el extranjero y por eso hicieron la película Spotlight basada en hechos ocurridos en yanquilandia. En ella se denuncia esta lacra que encubren desde los propios estamentos clericales hasta los medios de comunicación (¿?) y por eso casi ni nos enteramos. Sólo a veces ocurre como hace unos días en que un cura sinvergüenza preso por pederasta se suicida. Más de cuatro de los que abusó lo habrán celebrado, no es para menos.
Estos hechos ocurrían y ocurren por desgracia. Ya he comentado en otra entrada que hace unos meses me han llegado noticia de un caso en que un seminarista (de un pueblo cerquísima de Salamanca) habiendo abusado de un crío de siete u ocho años, fue tapado por cura e iglesia locales.
Anda que como volviese Jesucristo iban buenos estos señores. La pederastia de la iglesia (no sólo la católica está implicada, por lo visto) ocurre a menudo en instituciones creadas por ellos mismos para la «educación» de niños y niñas. Instituciones como la que creó en Cuenca del Señor Obispo Palafox (había de niños y niñas) y cuyos carteles se conservan aún. La foto de uno de estos letreros es la que ilustra el comentario que han leído.
Desde aquí reza un agnóstico (que vio algunas cosas en el colegio de curas donde estudió) para que ningún caso quede sin denunciar ni impune.
