Me acuerdo ahora de una frase creo que de Roberto Arlt en uno de sus libros. Decía: «Hemos puesto el hombre a tirar del carro, ahora sólo nos falta subir el caballo encima del carro». Era una forma de expresar la disparatada senda que ha tomado la civilización desde hace tiempo. La frasecita es de hace casi un siglo, puede que de «Los siete locos» novela escrita en 1929. También Boris Vian imaginó un mundo en el que los cocineros ocupan (casi) la más alta escala social y los catedráticos se mueren de hambre en su novela «La espuma de los días» novela de 1947. Este mundo del revés, es el que ahora vivimos, señores, pero no es literatura, es simple y llanamente desidia del ciudadano y desfachatez del gobernante.
Vean estos ejemplos
- Multan a una viejita desahuciada por encadenarse durante 2 horas a la sucursal de un banco.
- Los políticos votan contra una ley que no permita desahuciar en invierno.
- Los banqueros siguen de rositas y los políticos se palmean las espaldas.
- Baja la tasa de criminalidad en 2011.
Alucinante, de verdad, alucinante. ¿Estaremos al principio del fin o al fin del principio? Igual sólo es el principio del principio. Para echarse a temblar.