Ahora que la crisis arrecia las gentes buscan y rebuscan en los trasteros cosas que convertir en manduca. O en calorías. O en impuestos. Y vean lo que sale de las casas en dirección a las revistas de anuncios. Esta captura de pantalla la hice ya tiempo atrás y puede que se trate de algún vallisoletano avezado (de allí decía ser el anuncio) supiese con anticipación que el alcalde de dicha ciudad iba a ser obligado a cambiar nombres de lugares que mantenían un pestilente tufo a la dictadura.
