Según la wikipedia:
«Un Premio Darwin es un premio irónico que toma su nombre del creador de la teoría de la evolución Charles Darwin. Se basa en el supuesto de que la humanidad mejora genéticamente cuando ciertas personas sufren accidentes, muertes o esterilizaciones por un error absurdo o un descuido. Se desechan los bulos, las leyendas urbanas o historias inventadas para recibir el premio, sólo se admiten historias que hayan ocurrido realmente.
Los Premios Darwin se conceden, generalmente de forma póstuma, al individuo o individuos que se elimina del acervo genético de la manera más espectacular. Sin embargo, hay una excepción respecto a la condición de que deben morirse para recibir el premio. Si un individuo no muere, pero queda incapaz de tener hijos tendría la posibilidad de recibir el «premio honorífico» mientras aún esté vivo.»
Tenemos el honor de presentar a un posible y no lejano premio Darwin. Se trata de un pescador, mejor dicho, de uno de los pescadores que habitualmente se colocan al borde del arrecife que existe cerca del cabo San Vicente (Portugal), concretamente en Ponta Sagres, cuya espeluznante altura deja boquiabierto al turista PERO que no arredra al lugareño. Con la esperanza de pillar algo bueno se colocan en inusitados lugares, como se puede apreciar en la foto. Para completar el cuadro piénsese en que los vientos que soplan en el lugar no ayudan precísamente a la estabilidad.
Vamos, que si el pollo no pilla un buen pescado puede que un golpe de viento le ayude a que un pescado le pille a él.