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Otra de zapateros

No sé yo que tendrá el oficio de zapatero que tan mal visto está en este país. Vean el nombrecito que le han puesto a esta tienda de la calle Zamora de Salamanca: SHOESPIEL. La cosa tiene bemoles, porque la palabra zapato debe ser tan fea en castellano que todos estos mercachifles la ponen en inglés, que tampoco es que sea un paradigma de belleza. Sin embargo ha de quedar claro que son de piel y como la palabra piel en inglés (leather o cuero) no la conoce casi nadie pues no se atreven a ponerla. Vaya artistas que son los deparamentos de mercadeo y publicidad de las franquicias, porque el resultado es de lo más chocante, prepotente y provinciano, cosmopaleto (térmnino gusatodo y usado por uno que yo me sé). Tanto como la cosmopaleta vallisoletana que vimos hace pocos días.  O como este otro ejemplo de ingenio aplicado que veíamos poco.

shoespiel

Algunas veces, créanme, pienso que se me van a terminar las bobadas para poner en el blog, pero no, estimados y abnegados lectores. Dicen que dijo Einstein «Sólo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y no estoy tan seguro de la primera«.

Ideas peregrinas de la generación «Master»

amás de cornudo, apaleadoImagen captada hace unos días en el escaparate de Oysho, franquicia del magnate español de la moda. Uno de sus chicos/as, estos que estudian con furia en universidades privadas (de moral, sobre todo), que a codazos y golpe de billetera se hacen con un master en alguna universidad yanqui (a ser posible) y que van pisoteando compañeros sin conocer más amistad que la cuenta bancaria y el boato estúpido han parido la idea del otoño: ¡Maniquíes con cuernos! Joder, o me llaman cornudo si lo compro, o me llaman imbécil si no voy a la cornúpeta moda de las mentes calenturientas de esta gentuza. Lo peor es que encima irán de ecológicos porque son de madera. Bueno, también las eléctricas y las petroleras llevan logotipos verdes para esconder sus negras maneras y mareas (respectivamente). Lo que más me sorprende es que no le hayan puesto una puta nariz roja y ya vale para la temporada de navidad que empieza uno de estos días. Mañana igual veo algún papanatas colgando bolitas de colores o poniendo pretenciosas alfombras rojas. Pero bueno, eso es harina de otro costal. Les dejo con la saga de frenti-adornados.
Ah, mira, acabo de entenderlo: «Amás de cornudo, apaleado»