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Cachondeo

Coger un rotulador, lápiz, tiza, o vaporizador de pintura y arreglar una pintada es un arte. Ojo, arreglar no significa tachar, estropear, ocultar o vandalizar un mensaje. No, se trata de darle un giro convirtiéndolo en algo distinto. A veces hasta divertido, como el ejemplo que les muestro. Un cachondo arregló el cartelito prohibitivo de «No aparcar» y lo convirtión en «No ladrar», juego de palabras que en inglés es fácil (como pueden comprobar), pero no tiene mucho sentido en español. Ahí queda la gracia que fotografié en Irlanda.

Por cierto, la pegatina verde también tiene su gracia. El texto que contiene es «OINK, OINK», onomatopeya autoexplicativa.

Curso de grafitero – Lección 4 – Acaba las piezas

Es gracioso ver los diálogos pintados en las paredes entre gentes que, quizá, ni se conocen. Bueno, es un decir, porque esta foto está hecha en el pueblo más grande de Castilla-León, useasé Valladolid, concretamente en la avenida de Madrid esquina paseo Farnesio. Vean cómo el grafitero Joker 3 (parece) le echa la bronca a otro por no acabar la obra. Tiene una enorme falta de ortografía en castellano (pimpoyo no existe, es pimpollo) pero el «probito» sabe escribir en ingléh (aspírese la h). Como muchos memos de su generación consideran que los anglicismos dan nivel a sus cosas, y se preocupan más de aprender cuatro palabrejas en inglés (vistas en la tele) que en pulir un poco su paupérrimo castellano. En fin, modas son modas, y creerse «cool» por poner «by» está hogaño muy en boga.

Adivina, adivinanza

Adivine el sagaz lector quién ha tachado la pintada. Ayuda (texto de la pintada): Carlos apuñadalado tras un acto de DN ni olvidamos ni perdonamos (signo nazi tachado). DN es Democracia Nacional, un grupo-partido de extrema derecha, ver entrada en Wikipedia.

Ya sé que últimamente no pongo más que pintadas, pero qué le vamos a hacer, es lo que me encuentro. Por cierto, la pintada citada más arriba está en la calle Gran Capitán de Salamanca.

Curso de grafitero – Lección 3 – No pisar

Si hay algo que fastidia, supongo, es que te pases un rato largo de noche preocupado por que no te pillen y venga otro tío y te pinte encima, con la cantidad de sitios que hay para pintar, leche. Y por eso los grafiteros se quejan los «probitos» y se echan broncas unos a otros y se piden perdón y esas cosas. Vean los ejemplos del túnel peatonal de la calle Puente colgante en Valladolid. Enternecedor, gamberros con corazón.

Curso de grafitero – Lección 2 – Ortografía

Hace un tiempo veíamos la lección 1 de este mismo curso, a la que remito a quien se la perdiese. Hoy, queridos niños, vamos con la segunda lección: la ortografía. Bueno, en realidad del curso de grafiter y de mucha más gente que da unas patadas al diccionario y al buen gusto que hacen llorar. Pues bien, he recogido una muestra de más elemental de las faltas de ortografía (salvando la del propio nombre, claro) y encima frente a un colegio y junto a la escuela de idiomas de Valladolid. Hala, majos, ante pintar id al diccionario, si es sólo un minuto, casi no consume datos del móvil y es gratis, JODER.

negra-y-ruvia

Nuevos tiempos, nuevos trabajos

Un pintamonas (o paredes) arrepentido hizo varias de estas en los alrededores de la plaza de Vadillos en Valladolor. No sé si se trata del canto de cisne del muchacho o de la sugerencia para que otros de la profesión dejen de hacerle la competencia. O símplemente de una gracia. Ah, lo de entrenador Pokemon es verdad, no se vayan a creer que llega hasta ese extremo la inventiva del pintor, grafitero o como quieran llamarle.

La foto se ve apenas, pero es que los servicios de limpieza del Ay-untamiento dio la casualidad que pasaron por ahí en esas fechas. Y esta aún se lee algo porque en otras los tachones (¿de la competencia?) no permiten ni leerlas. Piques profesionales, jeje.

Curso de grafitero – Lección 1 – Tu nombre

Vale que seas tan burro como para poner tu propio nombre en la pared. Pase mientras que tu nombre sea tan vulgar como tú que has decidido hacerte grafitero. Pero al menos, pedazo de acémila, escríbelo bien, porque no hay cosa que más denote la ignorancia que no saber escribir el propio nombre, querido Miguel.

La foto está hecha en la calle Gómez Arias de Salamanca.

Del arte de la pintada

Si es que hay gente que va declarando la imbecilidad por do quiera que va. Si es que se merecen unas collejas a ver si despiertan. En este caso que ilustro (hecho en la calle Alfonso de Castro en Salamanca) no me refiero a la pintada «No al heteropatriarcaco (sic) – Feminismo o barbarie». Podría por aquello de que hacer pintadas en un edificio de viviendas vengo considerándolo barbarie, pero no va por ahí el comentario, sino por el memo que ha llenado las paredes de la ciudad con pintadas en las que aparece su número de teléfono. Como lo oyen. Este pájaro, un tal Miguel según reza el anuncio puesto en el milanuncios.com en el que por cierto exhibe unas habilidades lingüíticas y ortográficas curiosas. Está pidiendo a gritos y pintadas que le vaya a buscar la municipal a su casa y un juez le haga borrar las docenas de pintadas que ha hecho por la ciudad. Por (emprendedor) bobo.

Existe, sin embargo, otra posibilidad. Que corrija la concordancia de todas, en la peli «La vida de Brian«. Podría pasar, créanlo.

De pintadas

De vez en cuando me encuentro pintadas de lo más interesante, o poético, o filosófico, o divertido, o inquietante… El caso de hoy (conquense para más señas) entra dentro de lo poético:

«LLevamos un mundo nuevo en nuestros corazones»

Bueno, como debajo hay una A inscrita en un círculo, entra dentro de lo filosófico-político-utópico.