Vean esta «instalación artística» encontrada en una plazita de Herculano. Lo que se ve son docenas, quizá centenas, de pantalones colocados a modo de cobertura de un andamio. No sé qué considerar más horroroso, si el objeto de fondo o la idea de cobertura. Como diría uno que yo me sé: «Pedaso artita» (expírese ligeramente tras pronunciar la sílaba «ti»).
Si hay un personaje que levante pasiones entre el pueblo italiano (sobre todo en el sur) es el «peluso», o sea, Maradona. Es increíble la dedicación y energía que puede llegar a mover un tipo hecho famoso por darle patadas a un balón. A los que el fútbol nos importa tanto como que suban los impuestos en Venus, esto nos resulta chocante. Pero así es el mundo amiguetes.
Las fotos que acompañan este exabrupto suave fueron tomadas en Herculano, pueblecillo cercano a Nápoles, famoso por haber sido destruido por la erupción del Vesubio del año 79 de nuestra era. Se trata de dos paredes, la de las camisetas ocupa el edificio entero (dos o tres plantas) y la otra es un recorte de otra pared con la petición: Firma aquí y deja tu dedicatoria al dios».
Hace no mucho publiqué una foto hecha en Cartagena, en el museo donde se encuentra el submarino de Isaac Peral. En ella se veía una salida de emergencia cerrada con una cadena. Pues bien, el sábado pasado visitando las ruinas de Herculano me encontré con otra lindeza por el estilo: Una salida de emergencia cerrada por una valla de obra. Es de reconocer que es bastante más fácil saltarse la protección que en el caso de Cartagena, y también que es más difícil que haya que usar una salida en unas ruinas a cielo abierto en su inmensa mayoría. Pero bueno, queda hecha la demostración de que en todas partes cuecen habas. Y pasta.