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¿Arde la red?

Este no es un blog de política o al menos no es su única intención. Lo que ocurre es que a veces las estupideces y la política van de la manita repartiendo leña a diestro y siniestro (nunca mejor dicho). Haremos hoy una excepción o mejor dos, porque la otra es hacer caso a una cadena de correo-e.

Por ese medio me ha llegado, como a muchos, una cadena que no sólo no he borrado sino que pongo en estas páginas a ver si con el calor de tanto cabreo se le ponen rojas las mejillas a algunos de los políticos de este país, ya que con la vergüenza no se puede porque visto está que ni la tienen ni saben de qué color es. Se conoce que es las únicas premisas para dedicarse a la política en estas tierras son careces de vergüenza y dejarse extirpar los escrúpulos con anestesia, eso sí, en forma de jeringazos millonarios.

PPSOE

  • INDECENTE, es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996, pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500 €/mes.
  • INDECENTE, es que un profesor, un maestro, un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública, ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.
  • INDECENTE, es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).
  • INDECENTE, es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con siete, y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión máxima, sólo necesiten jurar el cargo.
  • INDECENTE, es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF.
  • INDECENTE, es colocar en la administración a miles de asesores (léase amigotes) con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados.
  • INDECENTE, es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos, aprobado por los mismos políticos que viven de ellos.
  • INDECENTE, es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (ni cultural ni intelectual).
  • INDECENTE, es el coste que representa para los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en gran clase) y tarjetas de crédito por doquier.
  • INDECENTE, no es que no se congelen el sueldo sus señorias, sino que no se lo bajen.
  • INDECENTE, es que sus señorías tengan seis meses de vacaciones al año.
  • INDECENTE, es que ministros, secretarios de estado y altos cargos de la política, cuando cesan, son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del ERARIO PÚBLICO.

Y añado de mi propia cosecha:

  • INDECENTE es que la gente salga a la calle a celebrar los partidos ganados por «su» equipo y no salgan a defenderse de las tropelías que se cometen a diario en sus carteras.

Como decía uno que yo me sé, PAN Y CIRCO, HERMANO, PERO QUE POCO PAN Y QUE MAL CIRCO.