Cambiando el paso de las últimas entradas publicadas, ponemos hoy aquí algo más que curioso, ¡IMPRESIONANTE!
Vean:
Esto rompe la típica imagen del jubilado español visitando obras en la calle, ¿verdad?. ¡Lástima de excepción!
Visto en Fogonazos.
Cambiando el paso de las últimas entradas publicadas, ponemos hoy aquí algo más que curioso, ¡IMPRESIONANTE!
Vean:
Esto rompe la típica imagen del jubilado español visitando obras en la calle, ¿verdad?. ¡Lástima de excepción!
Visto en Fogonazos.
El servicio que se ve en la foto es de una estación de servicio de carretera cerca de Abertura (Cáceres). Alguien debió comprar un lote de tazas a buen precio, pero todas eran horizontales. Sin problema, yo las convierto en verticales. Y hete aquí que el iluminado albañil-fontanero-alicatador-ingeniero (o todos ellos, quizá) llegan a la consecución del siguiente engendro digno de figurar en los anales del diseño extremeño y español (igual lo contratan los del IKEA). Disfruten, abnegados lectores del genial invento más ingenioso que la fregona, más útil que la navaja suiza, más extraño que sacacorchos para zurdos y más complicado que la cuadratura del círculo. Claro, que con las inversiones en I+D que se hacen en el país, con el nivel de los estudiantes, y con las ayudas de los políticos no se podía esperar otra cosa. ¿O sí?