Según el diario El Mundo, el ejecutivo español no intervendrá en asuntos de musulmanes, ante la petición de Marruecos «que los musulmanes puedan elegir a sus líderes en España».
Y digo yo, nuestro ejecutivo no interviene en asuntos musulmanes, y sin embargo lo hace a diario en asuntos de la secta del Vaticano. Menudo doble rasero, ¿no?