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Más chapuzas italianas

No es que tenga nada contra los italiano, qué va. Es que tenía estas fotos desde hace tiempo y no quiero pasar la oportunidad de que las vea la concurrencia. La que hoy les pongo está hecha en Porto Cervo (Cerdeña) quizá el más selecto (léase pijo) de los lugares de veraneo de la isla. Forma parte de la costa esmeralda, un lugar descubierto por un príncipe (léase chupón) hindú en cuya familia recaen sospechas de tráfico de armas y estupefacientes. El lugar fue posteriormente prostituido hasta el hastío hasta convertirse en lo que en España puede ser Marbella (léase Corti-Gil). En la foto se aprecian las barquichuelas en que se gastan los poderosos el dinero que le roban a su súbditos y/o clientes. Pero como es Italia no puede faltar una chapu. Y ahí la tienen, la parabólica que toma la señal del satélite y la entrega a los peces de la zona. También había unas lapas grandes como platos, pero se conoce que allí no se comen.

Los amantes de las parabólicas y sus usos alternativos pueden consultar también esta entrada.

Italianadas (de la serie soluciones de bajo coste)

Aprovechar los restos que andan perdidos por la casa (reutilizar, vamos) es sin duda el futuro que nos aguarda. Pero ya hay gentes que lo hacen sin vergüenza y con bastante imaginación. Vean el ejemplo que les propongo. Es una señora que en pleno corazón de Cerdeña, hace gala de imaginación en una carretera al aprovechar una vieja antena parabólica para confeccionar su anuncio. La foto fue tomada en 2012.

Avances en recepción de TV (Ja, papa, cómprame una pirabólica)

ja-papa-comprame-una-pirabolicaDecía D. Miguel de Unamuno «que inventen ellos«, pero de eso ya hace tiempo y además no está claro lo que quiso decir o incluso si lo dijo. Polémicas filosóficas aparte, la foto autoexplicativa (nunca mejor dicho) ha sido tomada hace un par de días en Valladolid. No sabemos si se trata de un prototipo desarrollado en el Parque tecnológico de Boecillo, pero está claro que en este país también se innova. ¡Temblad, chinos!