El que no liga es porque no quiere. No hacen falta páginas ni aplicaciones de móvil. Ni periódicos. Ni bares. Vale una farola, un papel y un poco de celo. Con un piso vale (y en los tiempos que corren no es poco.

El que no liga es porque no quiere. No hacen falta páginas ni aplicaciones de móvil. Ni periódicos. Ni bares. Vale una farola, un papel y un poco de celo. Con un piso vale (y en los tiempos que corren no es poco.