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¡Consoláos, imbéciles!

De peores hemos salido y en peores estaremos.

Hay un pdf circulando por ahí, que me llegó el otro día por correo y que pueden ver en este enlace. Se trata de una colección de fotos antiguas en las que se muestra las miserias por las que pasaron nuestros abuelos y nuestros padres para poder sobrevivir. Las fotos son bastante buenas y proceden de los archivos de la Junta de Castilla y León. Y si fuese en otros tiempos podría considerarse como el orgullo de haber logrado que la sociedad fuese un poco más justa.

Pero no, da la casualidad de que uno es mal pensado. De hecho más cuanto más viejo y creo adivinar una intención distinta a la exposición llamada «De peores hemos salido. Imágenes de crisis para un tiempo de crisis». Adivino una oscura intención de que nos consolemos con lo bien que estamos ahora (¡fíjense lo putas que la pasaban los abuelos!) y crear en la gente la conciencia de servilismo, reforzar el aguante ante el embate neoliberal y adocenar a quienes, maledicentes entre los que me cuento, piensan que ya está bien de sinvergüenzas y que habrá sangre más pronto que tarde. En Italia, ayer mismo, hubo un atisbo de lo que nos espera.

Mientras tanto, ese ser ectoplasmático que es nuestro presidente de gobierno, pide paciencia a los que pasan hambre mientras privatiza cada viernes trozos de nuestro país. Quizá lo hace a tal velocidad porque piensa, como el otro día me decía mi amigo F. que este mes de mayo caerá el des-gobierno. Me gustaría, pero será, quizá el mayo de 2014.

Espacio de despilfarro

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--- Ejemplo de despilfarro ---

A los politicastros que gobiernan este país se les llena la boca de boberías y viven en los mundos irreales que su megalomanía crea en paraísos imaginarios. Y luego pretenden hacernos partícipes de sus iluminaciones al resto de tristes mortales que pagamos esas tonterías. Una de ellas, ilustrada en esta foto, es la idea que tienen de que la información que nos brindan puede cambiar la realidad. Una campaña publicitaria y todo se arregla. Ni el mismísimo Goebbels tenía tan clara la función de la propaganda.

El edificio que se ve es el hospital clínico universitario de Valladolid. La pared que cubre el muro tiene (medida en el SIGPAC) 15 metros de ancho. Calculo que la relación de ancho-alto del «cartelito» es de 1’5 x 1, de modo que andará, grosso modo, en unos 15×20 m. O sea, unos 300 metros cuadrados. El precio de impresión de material en tela para un mortal como yo anda los 30 euros el metro cuadrado. Para las instituciones, como el SACYL, no creo que bajen de 40. Esto hace la espeluznante cifra de 12000 (si, DOCE MIL) euros el precio de la brillante idea del memo que ha decidido publicitar la frasecita, eso sin contar con los gastos de colocación. Si pienso mal lo hago en el sentido de que algún familiar de algún cargo ha sorteado bien la crisis. Si pienso peor lo hago con la mente en las listas de espera que se alivian con hospitales privados. O peor, si la mala suerte te acompaña, el alivio se hará en el camposanto.

¿No habrá mejor destino de los caudales públicos que engrandecer la megalomanía de nuestros dirigentes?