Vean este bello ejemplo de trabajo bien realizado. O quizá el resultado de una gamberrada de los jóvenes del pueblo (o de lugares aledaños). El caso es que ahí está el cartelito a la entrada de Puigmoreno (Teruel), esperando que a alguien le dé vergüenza y lo cambie. También puede quedar como promesa para las próximas elecciones. Sería de las pocas que se cumpliesen.
