Las tres R (Reducir, Reciclar y Reutilizar) van a ser el pan nuestro de cada día a no mucho tardar, ya verán. Nuestros vecinos lusos son expertos en tales lides, tal y como ya he mostrado con anterioridad. Este ejemplo, pillado en algún pueblecillo del Algarve si no recuerdo mal, es una muestra de imaginación aplicada. Para sujetar la ropa tendida lejos de la pared encalada (que siempre afecta mucho a la ropa negra) se pone un palo. Muchas cosas se solucionan con palos (la policía española sabe mucho de esto), pero el palo tiende a deslizarse hacia abajo por culpa de la maldita componente vertical del vector de tensión del sistema. La solución consistió, en este caso, en clavar una lata de conserva vacía para evitar tal deslizamiento. Con un poco de pintura habría quedado chachi, pero bueno, cumple su función que es de lo que se trata. ¿No?

