Hace ya un mes que se convocó una huelga general para intentar parar una reforma laboral. Muchos sospechábamos que aquello no era más que una pantomima de los sindicatos para salvar el culo y que no pareciese que todo esto tiene un guión, está pactado desde hace tiempo. Pues no sólo el gobierno no se ha sentado a negociar, sino que además ha seguido en su política de entreguismo y de intento de calmar a los mercados. Una de las imágenes que ilustran este comentario está tomada en el momento de cantar la internacional en el balcón de la plaza mayor de Salamanca que la alcaldía ha cedido amablemente, cómo no, a sus amiguetes y colaboradores de CCOO y UGT. La otra foto es la del sindicato que siempre va a la cola de las manisfestaciones con el recurso del pataleo pero, en el fondo, haciéndoles el juego a los otros dos, la CNT. ¿Cuándo se darán cuenta estos muchachos de que yendo a la zaga de los otros forman parte del juego? Lo gracioso del tema es que los cinco o seis agentes de policía (de uniforme) estabán allí controlándolos, como si no estuviesen bastante controlados ya los pobres…

