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Italianadas

Después de una interesantísima más bien insulsa semana perdida en un evento de emprendimiento pasado en Marbella y tras sufrir los agobios y apretones que todo visitante de estas zonas debe, volvemos al trabajito estúpido.

Esta mochila de fantasía fue fotografiada en Florencia hace algunos años. En los tiempos que corren supongo que se habrán vendido unas cuantas (al menos en Roma) y que algún diseñador ya habrá comenzado a la versión con el nuevo jefe nombrado esta semana, de modo que para el verano que está cerquita se puedan hacer con la última moda actualizada.

Todo tiene un precio

Si el algo se ha distinguido la iglesia católica-apostólica-romana (como les gusta autodenominarse) ha sido en la amplitud de sus definiciones. Pensemos, por ejemplo, en la del pecado, en el que se incurre (según nos adoctrinaron) por: pensamiento, palabra, obra y omisión. Useasé, hagas o no hagas, digas o no digas, o, simplemente, pienses. Y si te crees que quedaba algún resquicio, te equivocas, porque para eso está el pecado original ese que por el solo hecho de ser, ya tienes. Hala, chúpate esa.

Pues también resulta ahora que las intenciones tienen su precio. Vean la foto tomada, creo recordar, en Salamanca. Tener intenciones vale pasta, así que mejor no desear, anhelar ni nada. Pero si aún quiere hacerse mejor contactar para ver si nuestras intenciones entran dentro de la norma, no sea que la de «Por los difuntos» vaya a ser desear que alguien doble la servilleta y eso no está bien, no. Y que lo de las intenciones personales puede ser ambiguo (hay vecinitos/as muy apetecibles, loterías muy jugosas…), así que mejor consultar, total por 10 euritos queda la conciencia tranquila de no incurrir en algún oscuro rincón de las asechanzas del maligno.

Madrenuestra que estás en el frigo

Vean la foto que hice en una camioneta de comida y bebida sita en Oporto. Es lo que ahora llaman food-truck (o sea, comida-camión, ingenioso nombre donde los haya). La irreverencia es bastante notoria aún sin traducción, pero no me he resistido a publicar la edición bilingüe.

Hala, ahí

Lo único que, quizá, no quede muy claro es el sentido de la última
línea. Amendoim es cacahuete en portugués, y no almendra como tenía
puesto originalmente. Difícilmente traducible el juego de
palabras, por lo que he optado por «Almén… ¡dras!» que, quizá, se entienda mejor que lo que habría resultado de cortar la palabra cacahuetes en dos trozos ¿no?

O Álcool é o meu pastor, Cerveja não me faltará…
Cerveja gelada que estáis no bar
Aguardando o fim de semana chegar-
Venha a nós o copo cheio
Seja feita a nossa farra
Assí no sábado como no Domingo.
O Álcool nosso de cada dia nos dais hoje,
Perdoai as nossas bebedeiras
Assim como nós perdoamos
A quem não tenha bebido
E não nos deixeis cair no sumo
E livrai-nos da água…
Amén… doins!
El alcohol es mi pastor, cerveza no me faltará…
Cerveza fría que estás en el bar.
Esperando al fin de semana llegar
Venga a nosotros la copa llena
Hágase nuestra juerga
Tanto sábado como domingo.
El alcohol nuestro de cada día dánoslo hoy,
Perdona nuestra embriaguez
Así como nosotros perdonamos
Para los que no han bebido
Y no nos dejes caer en el zumo
Y líbranos del agua…
Almén… ¡dras!

Viejos países, viejos ritos, viejas manías

Mañana celebramos esa medieval y machista costumbre del traspaso de poderes entre hombres que tienen todos los privilegios del país. Y por supuesto vamos a ilustrar tan rancia ceremonia con una foto que hice no-me-acuerdo-donde (quizá en Sanxenxo) y que ilustra a la perfección el país en que vivimos.

A mi, lo único que me consuela de todo esto es que los reyes y demás chupones, por mucha pasta que tengan al final, diñan. Pobre consuelo. Consuelo de pobre.

De ángeles y demonios

Hace años un amigo me regaló un ejemplar del libro «Energía y pureza» escrito por el lenguaraz obispo húngaro Tihamer Toth. El libro es una magnífica compilación de tonterías, lugares comunes, suspicacias y hechos infundados acerca del mundo del sexo cuya única función es el control de las mentes jóvenes para poder manejara al antojo eclesiástico la energía y potencia sexual de sus feligreses. El libro está bien escrito, es ameno y divertido (yo me reí bastante) a pesar de que el contenido es bastante exiguo: no te la machaques, chaval, podría ser un buen resumen. Está disponible en la red para su descarga, sin más que hacer clic en el enlace superior.

Pues el que me lo regaló, que era o es un cachondo mental, entre sus páginas había colocado también un recorte de una revista, unas páginas en realidad, con técnicas masturbatorias. Pensaba habérselo regalado a otra persona al que conocemos por «Onanator» (léase onanietor) pero al final cayó en mis manos. A estas páginas de la revista les he sacado más jugo, ya me entienden. Seré como mi amigo y haré la inserción de algo parecido aquí, para que se expriman ustedes en sus ratos libres.

Yo creía hasta hace un rato que estas cosas ya habían pasado de moda, que la historia las había dejado obsoletas, pero no. No señor. Aprovechando el infinito potencial de la red se ha extendido el mal. Un ejemplo son las páginas de la rimbombante «Iglesia de la nueva era» que lo único que tiene de nuevo es el nombre. Bajo los auspicios del Reverendo Gonzalito (o el Reverendo Daniel Salcedo) se pueden encontrar incontable cantidad de gilipolleces, lugares comunes, prejuicios, seudociencia y más chorradas que les dejo a ustedes clasificar.

Ríanse un rato con esta y esta que hablan (es un decir) de la masturbación, o esta que habla de lesbianismo. De entre las mejores cosas que se encuentran en ellos es lo de que el almizcle «son las lágrimas de los espermatozoides». Impresionante, simplemente que en la red puedan convivir semejantes supercherías escritas por mamarrachos como Gonzalito-buen-rollo con las que escribe, por citar a alguien que me viene a la mente, como Chomsky.

¡Los milagros existen!

Pensamos en ello como mentes científicas. Nos regodeamos cuando de los cielos nos caen pruebas de la existencia del dios machista del desierto. Y casi casi casi nos llegamos a rehacer creyentes cuando la infanta se casó. Vi una pintada que decía «la casamos». Así, a secas. Probablemente la mejor pintada que he visto pero, pena, no pude fotografiar. En fin, Acechor, que te despistas. Pues ahora me llega otra prueba fehaciente que dejará al bosóm de Higgs a la altura del betún. Lean, lean.

La mujer en la casa

El resultado de la educación sexista, machista, xenófoba y, en definitiva retrógrada propia de los bestias que pastoreaban en los desiertos y veían zarzas arder. No estaría mal sino hubiesen pasado 4 milenios. Si este es el pueblo elegido ¡como serán los demas!

http://www.publico.es/espana/440300/educar-mucho-a-las-mujeres-dana-la-calidad-de-la-vida-de-la-nacion

La siguiente fase será decir que con la pata quebrada, que unas putas todas, que si van pidiendo guerra, que si no tienen alma… o cualquier otra tropelía. Y no son sólo los judíos.

Sincretismos (III) y cretinismos

Otra entrada de la serie de mejunjes mentales que se preparan en las cabezas de los mortales. Vean este parchís nazareno fotografiado en Cádiz. Un lujito de tragaderas mentales, sin duda comparable a los nazarenos futboleros de Valladolid que ya comentamos hace tiempo. Bueno, tampoco hace falta ir muy lejos en esta época, vale con salir a la calle y ver cómo los ciudadanos de medio mundo hacen lucir escaparates en pretendida alusión al dios de los cristianos (que al parecer nació en verano) cuando en realidad lo que celebran es el solsticio de invierno según los cánones ancestrales. Y eso si mencionar al papanöel-santaclaus, un enjuague de tradiciones, supersticiones y otras yerbas comerciales. Sigan los enlaces de esta entrada para investigar un poco y luego, en lugar de andar rezando por ahí, pueden dedicar un rato a culturizarse sobre estas y otras cosas de cristianos. Con otras religiones no me meto por falta de conocimientos, no vayan a creer.

Sincretismos (II)

mitologias-y-creenciasContinuando con la entrada de ayer, les ofrezco otra imagen tomada en Cádiz, cuya larga historia y sus buenas digestiones espirituales han dado lugar a sincretismos sin igual en Europa. Las creencias en el dios suete, en el dios dinero y en el dios de los palos, aunadas con gracejo y sin vergüenza alguna en este escaparate gaditano. La foto está tomada en verano, con esa costumbre que se ha puesto de moda de comprar lotería en otro lado, porque ya se sabe que en casa nunca toca.