El característico morbo del cristiano y su gusto por lo lúgubre reflejado en la puerta de una ermita en Belmonte (Portugal). El «pack» completo (en terminología sigloventiunil) compuesto por lanza, clavos, martillo, tenaza, corona, escaleras y badila. No sé a qué viene la badila, pero bueno, habrá que repasar la mitología cristiana uno de estos fines de semana.
Por cierto, que si me acuerdo buscaré otro ejemplo tomado en una iglesia de Villoruela (Salamanca) con la misma magnifíca iconografía y diseño. Igual hasta me animo y hago otra serie.