
Hice esta foto en octubre o noviembre de 2005 en Sevilla. Esto es, mucho antes de la crisis que nos azota, en plena época de atar-los-perros-con-longaniza, cuando todos éramos ricos, se vendían pisos como rosquillas y los jamones ibéricos habían hecho olvidar a las mortadelas. Y es que, amigos, la realidad supera a la ficción en tantas ocasiones que la fructífera mente de los escritores y la cámara de los blogueros no puede por menos de resignarse ante la evidencia. Ahora imaginen cómo estarán esos mismos portales del flamante ministerio de asuntos sociales cuando por obra y gracia de la crisis artificial, un 20% largo de la población está en paro y, que las multinacionales y corporaciones ayudadas por los socialistas de derechas de este país han hecho una reforma laboral de oxímoron que pretende, lloren conmigo, arreglar el problema del paro despidiendo gente. Lamentable e inenarrable.